2009. november 29., vasárnap

El “romance literario” de Dobos Éva y Juan Marsé (Notas sobre el encuentro y la conversación con la traductora húngara Éva Dobos, el 8 de octubre de


El siguiente artículo narra la historia de una traductora húngara y un escritor catalán. Dos personajes que no se parecen en nada en absoluto, viven una vida totalmente diferente a miles de kilómetros de distancia y si mal no recuerdo jamás se han encontrado. La única cosa que les une es la literatura. Tres libros escritos por Juan Marsé y unas décadas después traducidos al húngaro gracias a Dobos Éva.
Tres libros que nos hacen conocer Barcelona, la época de Franco, la vida de los inmigrantes que dejaron su tierra natal y llegaron a la capital catalana en busca de mejores condiciones y suerte.
La vida de Juan Marsé está llena de misterios y giros. Quedó huérfano de madre, su padre trabajó como taxista. Una noche, llevando a una pareja que quería mucho tener hijos les confió a que educasen a Juan, así el nino recibió el apellido Marsé y se crió en nueva familia. Décadas más tarde, el escritor Juan Marsé jugaría en sus novelas con sus nombres.
En el ano 1966 tras haber escrito varios cuentos y novelas se hizo famoso con la novela Últimas tardes con Teresa, novela que de las tres fue la última en haber sido traducida al húngaro.
La novela ha sido recompuesta varias veces y existen diferentes ediciones.
Narra la historia de un inmigrante andaluz, llamado Manolo o como le llaman Pijoaparte (ejemplo perfecto para mostrar la imaginación, creatividad del escritor en cuanto al juego con las palabras, lo que ya en el principio causa un pequeno problema para la traductora: palabra que dice mucho en espanol, pero resulta muy difícil adaptarla al húngaro, por eso aparece la única nota a pie de página, en la cual la traductora ofrece una amplia explicación), que intenta integrarse a la sociedad catalana. Para lograrlo seduce a Teresa, hija de una familia catalana muy rica, que lucha por unos derechos y encuentra una perfecta posibilidad en el andaluz para apoyarle. Es una relación interesante de ambos lados y puntos de vista con un fin emocionante y los diálogos perfectos, escenas y entornos muy detalladamente descritos, y todo ello nos hace visualizar una película de los anos 60.
La segunda novela (escrita en 1945) lleva el título de Rabos de lagartija. Se refiere al cruel juego de los ninos que les corta el rabo a los lagartos con el fin de demostrar si se les vuelve a crecer o no. Los lagartos son unos símbolos de aquella época, cuando todos se sentían cortados, destroncados y sólo forcejearon como los lagartos bajo la dictadura de Franco.
Uno de estos chicos es David, el hermano del protagonista que es un feto, un feto que “observa” la vida desde la barriga de su madre y narra todo lo que pasa en la casa. Su padre anarquista se ha huido hace poco, un polícia viene a investigar y poco a poco se enamora de la madre. La novela se basa en las características de la miseria de la época mezclando amor, dolor y destinos.
Muy bien escrito en espanol, lleno de juegos de palabras cuya traducción requirió mucho esfuerzo por parte de la traductora. Como nos ha contado en la charla pasó horas y horas, a veces días con la búsqueda de la perfecta traducción y expresión húngara, un ejemplo perfecto es “palabartija” que mezcla la palabra, la lagartija y el paladar y de estos tres nació su pareja húngara “szófalógyík”.
La tercera y última novela traducida por Dobos Éva es Canciones de amor en Lolita’s club. Está compuesta por diferentes fragmentos y narra la historia de varias personas que sí que tienen algo que ver entre ellos. Raúl trabaja como policía pero muchas veces no queda claro si persigue a los delincuentes o él mismo es un delincuente. Junto a su nueva esposa, el padre de Raúl dirige el “club rojo” que está en una tierra lejana y abandonada. Allí vive su otro hijo, Valentín que es disminuido, tonto, pero al enamorarse de Miluna parece ser el único personaje vivo y sensible de toda la novela. El lenguaje es cruel, crudo y comprende varias palabrotas que amargan más y más nuestra reflexión y nuestra opinión sobre esta historia.
Como traductora Dobos Éva tuvo mucho trabajo con estas tres novelas. Están llenas de expresiones y palabras de los anos 40-60, aparecen mezclas de espanol y catalán que agravan la traducción. Fue necesario buscar fotos, descripciones, libros de aquella época para aclarar todo perfectamente, mientras que también tuvo que ser experimentada en el lenguaje húngaro. Dobos Éva resolvió este “problema” fantásticamente, la lectura de las novelas en húngaro provoca el mismo sentimiento que en espanol, y los que no conocen la versión original no tienen que preocuparse, porque la traducción les compensa.

2009. november 15., vasárnap

el taller espanol

Hola para todos,

La universidad Eötvös Lóránd Tudományegyetem tiene una residencia, escuela superior especial llamada Eötvös Collegium. En este departamento todas las asignaturas tienen un taller, así el nuestro también. Como es el primer año nuestro grupito tiene 5 miembros, 2 de estos 5 vivimos dentro y los otros (mejor dicho otras, porque todas somos chicas) sólo acuden a las clases. El plan del curso tiene 2 partes. Una recorre la historia española a través de exposiciones puestas en la ciudad y la otra se dedica a la traducción de obras españolas y latinoamericanas. El trabajo entre las clases es individual y luego nos reunimos e intercambiamos nuestro conocimiento.

Este blog (como está mencionado en el lema) documenta todos nuestros acontecimientos, hace conocer un poco mejor la cultura española y espero que despierte también las ganas de los demás de leer y aprender un poco.

Que lo disfrutéis!

Princesas de tierras lejanas (o no tan lejanas?)



Siguiendo el plan original de nuestro taller, en nuestra segunda visita nos dirigimos al Museo Nacional de Hungría para ver la exposición sobre princesas de tierras lejanas, comparación y semejanzas de princesas catalanas y húngaras.
Al pasar todos los días delante del museo el cartel me llamó cada vez más y más la atención y por las oscuras madrugadas el único alivio para mi mente fue viajar a estas tierras exóticas, pensar en cómo habría sido la vida de aquellas chicas que apenas eran mayores que yo. Las princesas que no tenían posibilidad de decidir con quién casarse, ni siquiera conocían a su marido al que sus padres les habían elegido con el fin de llevar a cabo su política matrimonial y la ampliación de su imperio.
Buscando información y preparándome para la exposición me di cuenta de la cantidad de “corchetes” que hay entre húngaros y catalanes, y –francamente– hasta ahora no lo sabía. Así que me acudí a la cita con mucho ánimo e interés.
Antes de ver exactamente la exposición una alumna de la Universidad nos habló sobre sus experiencias durante la construcción de esta exposición, en verano de 2009. Ella trabajó como traductora durante el montaje y nos explicó con muchos detalles qué actividades se realizaron entre las paredes de este antiguo museo antes de la inauguración oficial de la exposición.
Como es una cooperación entre catalanes y húngaros las obras que llegaron son documentos tanto de Cataluna como de Hungría, y para nuestra sopresa, también de Italia (ya veremos después qué pinta Italia allí).
Ya desde pequena me interesaban la cultura y el arte y mis padres nos llevaron sistemáticamente a los museos de mi ciudad, Debrecen. Ya me imaginaba que las obras debían llegar en enormes cajas y también intuía algo sobre la importancia de los guantes blancos, pero hasta esta presentación no lo tenía todo muy claro. Ahora me enteré de que todas las obras tenían un correo, es decir, una persona que tenía la responsabilidad de que los tesoros llegaran sin problemas a su destino, una tarea sumamente importante teniendo en cuenta el valor de ellos. Recorrimos a través de fotos todo el montaje, aprendimos que los libros necesitaban una temperatura más baja que las pinturas y que antes de colocar las joyas había de medir su peso, la cantidad de oro que contenían (un hecho muy importante a la hora de ser devuelta la pieza a su propietario, porque los duenos –sean personas individuales o museos– quieren recibirlos en su estado original).
La charla fue muy interesante y enriquecedora.
En el museo ya nos esperaba una chica joven que también había trabajado en el montaje de la exposición y seguía trabajando allí como guía.
Todavía no pisamos el suelo de la sala de la exposición, pero ya la atmósfera del antiguo edificio me inspiró, y pintó una sonrisa sobre mi cara.
Al entrar en la sala ya supe que no iba a desilusionarme.
El sistema de la presentación fue cronológico, empezando por las guerras aventurosas (las cuales tienen un nombre muy sugerente en húngaro, se llaman “kalandozások”) de los húngaros en el s. X, siguiendo con los primeros matrimonios y terminando con el último.
Los primeros húngaros llegaron hasta tierras catalanas en el año 942, cuando los cristianos de la Península Ibérica pidieron su ayuda para expulsar a los musulmanes (asunto que no tuvo éxito hasta 1492). El Papa Silvestre II jugó un papel muy importante en ambas historias, pasó su infancia y juventud en Cataluña estudiando en Vic y Ripoll, y luego mandó su corona a nuetro primer rey, San Esteban.
La primera princesa que unió las dos naciones fue Constanza de Aragón, que se casó con el rey Emerico. Con ella llegó su corte, barones, cortesanas, etc. y trajeron consigo la cultura catalana. La pobre esposa no pudo gozar mucho de la belleza del país, su marido murió joven y desde aquel entonces su suegro Andrés II hizo todo lo posible para amargar su vida. La reina, viuda se escapó con su hijo recién nacido a Viena, pero el nino murió a los 5 anos y este hecho selló el destino de Constanza. Regresó a su tierra natal y se quedó como servidora de la iglesia en el monasterio de Seixena hasta que volvió a casarse con Federico de Sicilia.
No tuvimos que esperar mucho hasta la segunda “corchete”. La prima de Constanza, hija de Andrés II, la joven Yolanda se casó con Jacobo I, rey de Aragón. La pusieron en un barco enorme junto con su corte y la mandaron a Cataluna (un documento muy interesante describe muy detalladamente en qué consistía su corte y cuánto tuvo que pagar Jacobo por el traslado).
La reina Yolanda vivió en honra, dió a luz a 10 hijos (tarea más importante de una reina, dar a luz a muchos herederos) y según la leyenda, cuando su marido, el rey estuvo luchando contra los musulmanes durante meses y meses llevó a toda su familia consigo, celebraron juntos las victorias cristianas y había veces que pidió su consejo en temas militares y estratégicos también.
La tumba de la reina está en España y fue renovada con la ayuda (económica) del gobierno húngaro. Casi la única tumba que actualmente se encuentra en buen estado.
La tercera y última princesa ya no tenía tanto que ver con Cataluna, lo único que la unió a los catalanes fue que perteneció a una familia real que poseía la corona catalana, pero que tenía su sede en Nápoles. Se trata de la princesa Beatrix, la esposa del rey Matías Corvino. Gracias a Beatrix, Hungría conoció la cultura renacentista y gracias al interés y el ánimo de Matías construyeron un entorno cultural desarollado que en su época era la segunda después de Italia. Los códices y tesoros expuestos demuestran la importancia de la corte húngara.
Recorriendo la historia vemos que hay unos puntos marcados que merece la pena conocer. La exposición rinde perfectamente homenaje a estas mujeres que en el fondo tenían un papel muy importante, desde allí dirigían la vida y los acontecimientos políticos de sus maridos y vemos de qué forma contribuyó su unión y matrimonio a la vida de ambos países. Aunque yo creo que en Espana la gente no necesariamente sabe que Yolanda era húngara y la importancia que tuvo en la historia de nuestro país, lo que sí que importa es su papel religioso, gracias a ella se conoce a Santa Isabel y se admiran sus hechos.
Pero ¿qué significó para mí esta exposición?
Junto a la presentación previa y una clase de historia excepcional del profesor Faluba conocí una parte de la historia espanola y húngara que antes no conocía. Pero no sólo me fascinó la posibilidad de aprender cosas nuevas sino la personalidad de estas mujeres que en su época sí que podían llevar a cabo cosas importantes, no les daba miedo crear algo nuevo y gracias a ellas nació la conexión entre dos culturas lejanas.
Recomiendo ver la exposición hasta que se pueda no sólo para los aficionados de la cultura espanola sino para todos que quieran pasar dos horas en el centro de la historia.